miércoles, 28 de diciembre de 2011

Poema

aquí estoy
y sigo aquí
y allá
buscando
buscándome
multiviviendo
palabras que se escapan
agonizando ideas
en tornados de versos espirales
terremotos del alma

y sigo aquí
y allá
persiguiendo el poema
boqueando sonidos bajo el agua
ordeñados del aire
y mezclados con tierra
y con sal de ese mar
alimentando sílabas

me ahogo y desahogo
en poesía de vida y de muerte
y voy multimatando los recuerdos
y voy multinutriendo los futuros
y voy multiagrandando la esperanza

el poema me observa mientras crece

Idella Esteve

martes, 27 de diciembre de 2011

Versos


Parece que se me duermen
los versos entre las manos,
que con un ritmo monótono
se han quedado aletargados.

Despertad, que os necesito
para darle fuerza al canto
ofrecido en blancos vuelos
con las plumas de un albatros.

Sois el único instrumento
que uso en mis altibajos
y no me sale la voz
si en la vuestra no la hallo.

Sois mi más claro exponente
de lo dulce y de lo amargo;
danzáis en papel, desnudos,
por más que quiera arroparos
con mis transparentes velos
que no velan desarraigos
ni frustraciones ni dichas
ni un corazón colapsado.

Os necesito de veras
sois mi risa, sois mi llanto.

Idella Esteve
(2-1-07)

lunes, 26 de diciembre de 2011

Corazón loco


Mi loco corazón no tiene enmienda
ni le interesa cuanto le suceda,
anda sin freno, a nada se encomienda.

Sintiendo que aunque pierde algo le queda
se da sin precaución y sin medida,
no busca nada que entregar no pueda

y ya tiene donada media vida.
Pero mientras un hálito contenga,
con ilusión por siempre mantenida,

dará cobijo a todo aquél que venga
en busca de su amor y su ternura
y no habrá nada ya que le detenga.

Con fiel dedicación y con premura
se volcará, con ganas de entregarse,
evidenciando entonces su locura.

Nada habrá que le impulse a refrenarse,
ni cruel maldad, dolor o desamparo.
Y al loco corazón le cuesta caro
andar en ese afán de prodigarse.

Idella Esteve
(2-9-05)

Inaccesible al llanto ...


inaccesible al llanto cuando peno
y la alegría
guardada en los bolsillos
como dosis de sal
de la supervivencia
placebo del dolor del desencanto

en mi pecho
guirnaldas de colores
para adornar
el sendero de ausencias
de la fe

en mis manos
el perdón que te ofrezco
en estas navidades

la cruz en el abismo
y en mi esperanza

Idella Esteve

jueves, 22 de diciembre de 2011

Catedral de León


Tus torres, como cipreses,
se yerguen hasta las cimas
de los cielos leoneses;
y a nadie nos escatimas
el lujo de tus vidrieras
que dan un tono envolvente,
cual si en grandes alhajeras
albergaras a la gente.

Y es tal el recogimiento
que yo, que no sé rezar,
sentí un gran abatimiento
por ser incapaz de orar.

Tienes un porte elegante,
tiempo y arte se aglutina.
Permíteme que te cante,
a ti, "Pulchra Leonina".

Idella Esteve

(1 de marzo de 2008)

sábado, 17 de diciembre de 2011

Vinalopó


No me dejé las arpas
a la orilla del río en Babilonia
y así puedo cantarte, río mío,
mientras transcurres entre pinos bajos
y te llegas al mar tras las palmeras,
Vinalopó que no conoces sauces
ni son estos momentos
tus épocas mejores,
que perdiste la gloria
y mermaste tus aguas.

No tuviste un Machado
que te cantara como él hizo al Duero
y no sé si alegraron los chopos tu ribera.

De mi pueblo a tu muerte
tienes en cauce ancho
un correr constreñido entre el cemento
y a tramos te rebelas
y te manchan
y te ensanchas disperso
y te recoges
y te marchas al mar
y desembocas
por un lugar incierto.

Pero tú para mí tienes sabor
de infancia
de domingos al campo
y de niños mojados bajo el sol,
en tu rafa.

Espejo eras del Cid
en las tierras de esparto primerenco
y luego de calzado
y mañana no sé qué seas,
tan mermado y tan chico.

Mas cuando lejos de ti estoy,
Vinalopó,
como dijera Antonio:
conmigo vas, mi corazón te lleva.

Idella Esteve

Diciembre del once

asciende
no te importe el rasguño ni el pinchazo
que después de la espina
encontrarás la rosa

*

ya depuse las armas
y estoy en pie de paz

mi siroco
es ahora una brisa
sobre la mar en calma

el tren llega a su tiempo
a la estación de sueños

y tú estás allí
esperándome

Idella Esteve

martes, 13 de diciembre de 2011

Recuerdos de lecturas


Hay un tinte amarillo de dulzura
de miel entre las hojas donde se leen cuentos
con unos ojos rojos que quieren alegrarse;

la comida fue triste, lo mismo que la cena,
y hay que buscar motivos a mirar hacia abajo
por seguir la costumbre
mas que no hayan temblores si levantas la vista.

Algo te salió mal
y se te nota:
pagaremos las cuatro,
y platos y cubiertos de la mesa
volarán por los aires,
y la vuelta al trabajo ha de ser un gran reto
a nuestro disimulo
de no mostrar riñones en los ojos
y pintar en la boca una sonrisa,
y aguantar... aguantar.

Ni una sola palabra que nos pida perdón,
jamás un beso.

¿Qué quieres que te diga?
Es lo que hemos tenido de juventud e infancia,
de enseñanza brutal
y que ha repercutido en mi endurecimiento.

Pero siempre, papá, soy positiva.

Y sigue habiendo un tinte de amarillo
en cuanto leo.

Idella Esteve
(9-10-08)

lunes, 12 de diciembre de 2011

Rapsodia n. 1 en mi menor


Este tiempo de otoño que me ahoga,
esta lluvia de grises que me mata,
este estar aguardando soluciones
tras el frío otoñal de mis cristales,
esta niebla enfermiza, esta zozobra.

Mis palabras, preludio de un invierno
donde mi corazón se irá aplacando,
son ahora marrones y amarillas
mas son la panacea de mi alma
en espera de hallar otros colores.

Y busco en todas partes
tratando de olvidar
que soy pequeña,
intentando crecer.
Y tras las nubes
veo un resplandor
con rayos de esperanza,
y una pizca de azul
que se va arrebolando
con un viento que borra los rencores.

Pero vuelvo otra vez a la estación incierta,
me agazapo atontada y espero primaveras
aun en la madurez. Que florezcan quimeras
de los jóvenes días... hoy que ya soy experta.

Idella Esteve
(Octubre-2008)

Nocturno


en cada movimiento del ocaso
hay un rayo de sol entre las nubes
y hasta en la noche
entra un haz luminoso
un aura en nuestro sueño
reflejo de la luna

se apagan las ventanas
y se ilumina el grillo en los rincones

crece una enredadera de luciérnagas
ascendiendo hasta el cielo

y una paloma intrusa
sobrevuela el espacio

se interpone de pronto
creándonos la sombra

Idella Esteve
(2009)

domingo, 11 de diciembre de 2011

Herejía


¿Qué se hizo del Edén sin inquilinos?
¿Dónde quedó el saber de la manzana?

Qué desmedidos celos,
qué soberbio poder omnipresente
de Padre vengativo
y qué absurdas condenas.

Reniego de mi hechura
si es a tu semejanza.
Reclama mi perdón si es que me hiciste,
que yo tengo el poder de perdonarte.

No infligiré castigos
de aguas o de fuegos
y no habrá intermediarios,
tampoco habrá milagros ni habrá cruces
ni más parafernalias
para exigir
tu agradecimiento.

Entiendo de perdones:
soy mujer y soy madre.

Idella ESteve

sábado, 10 de diciembre de 2011

Soberbia


creí
que lo que yo pensaba
era
lo que debía ser

pero
a pesar de estar sola
hay otros
que transitan el mundo

y difieren de mí

yo fui
ante todo
fui honesta

conté
lo que el sol me decía

callé
lo que la luna calla
allá en su lado oculto
sin prestar atención
al coro de los grillos

mi delirio sería
que hubo un rayo de sol que deslumbraba

y me excedí

y brilló mi soberbia
cuando aun entonces
debí quedar callada


Idella Esteve

Soneto a una mano tonta

Mi mano se duerme en tacto de arena,
no aguanta la copa ni siente el pincel,
a tientas no sabe qué es rosa o clavel,
y le cuesta horrores peinar mi melena.

En la ceja el rimmel que hacia la pestaña
iba dirigido, sombra en la nariz;
me quedo angustiada con este cariz
que toma el perder la fuerza y la maña.

Y ya no acaricio, para qué, me digo,
porque si no veo no sé lo que toco,
y me entra, no creas, me entra sofoco
si en vez de la boca te encuentro el ombligo.

Y siento gran rabia, un furor insano,
por el extraviado tacto de mi mano.

Idella Esteve
(17-06-08)

Dijiste adiós


No te fuiste.
Pero dijiste adiós
y fue bastante
para que te guardara en la maleta
los sueños, la avidez del apetito
en tantas noches blancas
tras los pardos ocasos
después de días negros.

Y guardé la esperanza
en un cajón al fondo.

Inopinadamente
descongelé el carácter
que había almacenado en mi nevera
por el miedo de la caducidad,
y cambié los colores
en mi cara y mi casa
maquillando el fracaso.

Dijiste adiós y te quedaste cerca.

Y yo, a mi vez, quedé
cercanamente lejos,
dejando preparado
a la salida
tu equipaje de ausencias.

Idella Esteve

miércoles, 7 de diciembre de 2011

No hay dos sin tres


Para hacerle a la mano compañía
mi pie izquierdo se muestra reticente
a dar un paso más: pisó inocente
en un hoyo en la calle, al mediodía,

y me vino un esguince por el lance
que no me cura hielo ni pomada,
ni el anti inflamatorio me hace nada,
ni sé cuando saldré de este percance.

Parece que me va fallando todo:
la vista, el pie, la mano y la cintura,
sorda estoy de un oído y en albura
me pinta la psoriasis en un codo.

Cien años... No hay un mal que tanto dure.
Puede que algo de esto aún se cure.

Idella Esteve
2008

martes, 6 de diciembre de 2011

embriaguez


ebria está la mañana ebria
vendrá la tarde muy despacio

ebrio mi corazón
ebrio el sentido
y todo el sentimiento

ebria
en esta duermevela
que emborrachan
de azul
los ecos del silencio

ebria la plenitud
de mujer desgastada

anestesia en alcohol
que adormece los celos

ebrio el rencor
porque el amor no duela

Idella Esteve

viernes, 2 de diciembre de 2011

Sombras


Íbamos en lo oscuro,
tus faroles apenas alumbraban,
luz que agoniza era
tu sol mentido
y en la sombra
una sed implacable de engañosas verdades,
un hambre tan saciada con la mediocridad.

Mediocre fue el amor que nos mantuvo
sumidos en tristeza
y apagados.
No eras tú quien amaba,
no era yo quien valiente
encendiera candiles
ni avivara una hoguera,
y la noche era seca bajo una luna lacia.

Nos perdimos en sombras
el uno junto al otro, sin saberlo,
sin pronunciar siquiera
una sola palabra.

Idella Esteve

jueves, 1 de diciembre de 2011

Mi silencio


Ya está el silencio maduro
y a punto de recogida,
lo ha cultivado mi vida
en su eterno claroscuro.
No precisa de conjuro
para que se oiga su voz
ni necesita altavoz
porque tierra y cielo alcanza
con poder y con pujanza,
con una fuerza feroz.

Idella Esteve

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tres de catarsis


no me mires siquiera
quédate ciego
siénteme con el tacto
escúchame
con el corazón

así
me verás realmente
como soy

*
cada vez más callada
creo
que me entienden mejor

dicen de mí los ecos del silencio

*

este dolor de espalda
esta angostura
que siento aquí en mi pecho
este tacto podrido

y sin embargo

la soledad del alma es lo que mata

las ganas de vivir que me abandonan
al fondo del volcán

y anhelo de la nieve y la ventisca
que me tengan alerta

no recurro al engaño del placebo

Idella Esteve

lunes, 28 de noviembre de 2011

Retrato




Porque mi grito es silencio
que hace del día la noche
y porque visto de negro.

Porque mi canto es oscuro
y mi verso es el famélico
que desayuna mis horas
con ansias de ser poético.

Porque mi río es sequía
y mi mar es cementerio,
porque yo no creo en dioses
y mucho menos en clérigos ,
y hacia lo que es política
siento un inmenso desprecio,
porque nunca fui fanática
y es mi pensamiento ecléctico.

Porque sola en mi retiro
mucho más cómoda quedo
que prodigando agasajos
para quien no tiene méritos.

Porque de morado tiño
mis ojeras, y mi genio
tiene un tinte de obsidiana
que se fraguó en mi epicentro
a fuerza de desengaños,
y este asco que es eterno.

Porque si hablo de amores
llevo fusiles enhiestos
a pesar de ser pacífica
y abominar del ejército.

Porque soy descontrolada
y a ningún credo me adhiero.

Nada me ves positivo
que si lo tengo lo encierro
en estas cuatro paredes
de mi refugio doméstico.

Para ti voy invisible,
ni soy humo ni soy fuego
ni aquella roca tan dura
ni aquel dulce caramelo.

Pero aún crecen edelweiss,
si ves bien, en mi cimero.

Idella Esteve

viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Dónde crecen las alas?


¿Dónde crecen las alas,
en qué árbol se esconden?
Dime con que simiente
las puedo cultivar.

¿Fructifican en tierra,
sustentan en el aire
o cuál el alimento
que las debe abonar?

No tengo preferencias,
de albatros o de ángel,
de aves o de insectos
mas que puedan volar
remontando la carga
de todos esos mármoles
que nos atan al suelo.

Idella Esteve

jueves, 24 de noviembre de 2011

Nunca es olvido amor que entre la sombra


Sólo un amor se salva del olvido
y es el amor que queda insatisfecho.
(José Ángel Buesa)


Nunca es olvido amor que entre la sombra
espera siempre más, siempre paciente.
Expira la pasión adolescente
hallando madurez que desescombra

el curso de ese río que se asombra
de recibir en sí otro afluente.
Sólo olvida el pasado. Y el presente
es amor de verdad que se renombra.

Amor no es solamente remembranza,
no es placer, o dolor, o fantasía.
El amor está ahí, eso es un hecho,

sin tener que medir en la balanza
si pesa más la dicha o la agonía,
si ha quedado cumplido o insatisfecho.

Idella Esteve

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Aleteos




Me arrepiento
de haberme arrepentido
de algunas cosas.

*
Hoy comulgo conmigo
al igual que lo haría
en cualquier templo.

*

¿Es mi edad la que tengo
o la que veo
en el espejo?

*

Cuánto tiempo sin ser surrealista.
las ganas se me salen por los poros.

*

Alas sin plumas
y brazos casi inútiles
gracias al reuma.

*

Inconsistente
hoy te tengo a mi lado,
mañana enfrente.

*

Me causa bilis
tanta mugre en la tele
tanto reality.

*

¿Qué se hizo del teatro
y de la cultura?
Han sido sustituidos
por la basura
y la inconsciencia
de tener solo en mente
ganar audiencia.

*

Una mota en el ojo
me impide ver el tiempo.
Es tan solo un segundo
del reloj de arena.

*
Nunca cuento mis años
por abriles
o primaveras.
Los cuento por agostos
y los tengo agostados.

*
Idella Esteve

Panorama en noviembre

Aquí no hay aguaceros,
es monótona lluvia, persistente,
que nos entona lánguida
un sempiterno adagio de noviembres;
pulsando en los cristales
las gotas van cantando misereres.

A lo lejos la luz de los relámpagos
y un trueno ocasional lloran un réquiem.

Parecen esqueletos
los árboles, en este mes de muerte,
desnudos de sus hojas en espera
que con el sol en primavera alienten.

Qué humedad en los huesos,
qué laxa está la mente
tras de los ventanales
mirando cómo llueve.

Para matar el tiempo
jugamos a ajedreces
-emulación de guerras,
de aburrimiento albergue-
dando jaque a las damas,
dando mate a los reyes.

Lenta melancolía
tienen algunos meses
y en el punto más álgido
está el mes de noviembre.


Idella Esteve

martes, 22 de noviembre de 2011

De esa manera


Una vez más aguarda en la ribera
de un río de brillante oscuridad,
de un sueño al borde de la realidad
que al despertar acabe con la espera.

Penélope que nunca desespera,
teje y desteje con alacridad
urdiendo falazmente una verdad,
en la mentira viéndose sincera.

Sin más ceguera que cerrar sus ojos
a lo que se le muestra claramente,
sin más esclavitud que los cerrojos

de los aturdimientos de su mente
se ampara en los absurdos trampantojos
anclándose en el mar de su presente.


Idella Esteve

lunes, 21 de noviembre de 2011

Abandono


abandonarme toda
donde tan solo sea memoria del olvido
recogido en el viento
y esparcido en mis hombros cuando llega la noche

miro la luna llena y la veo vacía
tan lejana y difusa
que me duele enfocarla con mis cansados ojos

qué puede consolarme
de las alas clavadas en mitad de mi pecho
para otros menesteres se hicieron mis espaldas

quizá buscando abrigo
hoy vuelvo mis pupilas mirando a ras de tierra

y sigo estando sola

Idella Esteve
(14-08-09)

De vuelta a los colores (III)



A pesar de estar presa no tengo cárcel
que me impida mirar el azul cielo
ni el verde de la noche con el que intuyo
el rojo apasionante de la amapola.
Colorista mi vida, siempre lo ha sido,
con los colores vivo, sin ellos muero;
no hay prisión que me quite mis libertades
ni cepo que contenga mi afán de alturas
con amplia perspectiva del arco iris.


Idella Esteve

(21-11-11)

domingo, 20 de noviembre de 2011

Aleteando

Vuelvo a mi estado
de angustias y de insomnio
en pos de la palabra
que sólo hasta mí viene
cuando los ojos cierro.
Vuelvo a este estado en mí desesperante
de cafés y lecturas
e inspiración de otros.

*
No quedan ya rincones
donde guardar tu ausencia,
está llena mi casa
de excesivos silencios.

*

Desde el sur de mis días voy desnortada
que me perdió la estrella de tu mirada.
Brújula del futuro que incongruente
no me apartará nunca de mi presente.
Cuánta esperanza vana, qué incoherencia
buscar tu aparición y hallar la ausencia.

Idella Esteve
(20-11-11)

*

viernes, 18 de noviembre de 2011

Cortos

démosle tiempo al tiempo
no tengas prisa
todo se llega al fin
todo se llega
y la lluvia en noviembre
también se pasa.

*

La pesadumbre, niño,
la pesadumbre
es mi son cotidiano,
es mi costumbre.
Cuánto daría
por ser sorda a estos sones
tan sólo un día.

Idella Esteve
(17-11-11)

martes, 15 de noviembre de 2011

como si...



Que la vida y la muerte es solo una
a pesar que parezca que haya tantas;
que se nace y se muere muchas veces
intentando la vida por la noche
como si siempre
se nos fuera perdiendo con el alba.


Y otra vez al ocaso la buscamos
a despecho de Dios y del destino
como si nunca
esa muerte interior hiciera mella
o dejara contrita nuestra alma.


Y seguimos la búsqueda incansable
de una vida más buena, si distinta,
como si todo
nuestro albedrío fuera suficiente
para poder lograr lo que hace falta.


Y se nos pasa así la vida entera
escudriñando huecos y emociones,
sin respuestas lanzando las preguntas,
con preguntas matando nuestra fe.


Y se nos pasa así. Y el fin nos llega
como si nada.


Idella Esteve
(15-11-11)

viernes, 11 de noviembre de 2011

Flores para mi enemigo


Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
(José Martí)

Rosa blanca o clavellina
¿Qué más puede a ti importarte?
sabes bien que no he de darte
nunca una adelfa asesina.

Porque ya mi corazón
muerto estaba de antemano
no fue crueldad, fue cristiano
ejecutar la ablación

de un tajo con tu guadaña
dejando un hueco vacío:
paró de correr el río
por mi doliente campaña.

Y todo se fue secando,
me volví tierra baldía
de aquel tan lejano día
que no recuerdo ni cuando.

Ya no te guardo rencores.
Aunque te pensé enemigo
fuiste espléndido conmigo
extirpando mis dolores.

Y a pesar del desamor
que dejara mi alma yerma
hoy cultivaré sin merma
para ti la mejor flor.

Idella Esteve
(10-11-11)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Noviembre (II)


se suceden los días y los años
y hay un mes que se pasa lentamente

se nos muere despacio en la arboleda
con perfume dulzón de crisantemos
con el recuerdo hipócrita de un día
de homenaje ocultando tanto olvido

qué tengo contra ti dulce noviembre
que me encona
si sé que cada mes tiene su ofrenda
y hay otros con más días
más farsantes
de oropeles y luces
escondiendo tragedias

no son tus días cortos
ni son tus noches largas
lo que me pone triste

no es tu canto en el viento
ni el volar de las hojas
ni tu llanto en el agua

puede que solo sea aquella herida
que se abre contigo cada año
por tanto tanto y tanto tanto tiempo

Idella Esteve
(9-11-11)

martes, 8 de noviembre de 2011

Cortos





se abrieron los ojos
sin venda

y sin fe



Idella Esteve
(8-11-11)

sábado, 5 de noviembre de 2011

Noviembre


es noviembre
un mes fatídico
de muertos
y de mi santo

otro cadáver
en mi historia
que me sale a la luz
en día diecinueve

un muerto más sin duelo
y sin espanto
para guardar en la cartera
de mis días sin vida

Idella Esteve
(5-11-11)

viernes, 4 de noviembre de 2011

Cisnes



Tiene la noche amago de cisne negro
-complemento del blanco que adorna el día-
es de mi amor frustrado alegoría
para algunos amantes siendo un alegro.

Y como cualquier cisne lanza su grito
que es el canto postrero con el que muere
entonando su pena, su miserere
cantado a la agonía de un apetito.

A mí que tantas veces fui cisne blanco
habitando en el lago de la ilusión
vino el negro a robarme el corazón
dejándome sentir su amor estanco.

Amanece con Rothbart para enturbiar
lo que tienen dos cisnes de añadidura,
si es mejor la pasión o la ternura
si la noche o el día, si amar u odiar.

Idella Esteve
(4-11-11)

jueves, 3 de noviembre de 2011

Tácito y expreso


Qué triste es el amor cuando te falta
qué vacío se siente no sé dónde.
(Carlos Serra)

Qué vacío se siente no sé dónde
si el amor se ha fugado entre suspiros,
qué faltos de sentido los retiros
a ese lugar que tú crees que se esconde;

Qué vana búsqueda, fatal recuerdo.
Qué insustancial pensar en un futuro.
Lo que pasó, pasó; tan solo un muro
que sin quererlo fue tácito acuerdo.

Hay lugares acá -los corazones-
para una fuente donde, renacido,
brotará un nuevo amor desconocido
restallando la pena en los rincones.

La tristeza mayor: desesperanza.
Alimentemos pues la vehemencia,
los restos de una antigua adolescencia,
razón expresa de nuestra alianza.

Idella Esteve
(3-11-11)




miércoles, 2 de noviembre de 2011

En día de difuntos


A P. (Una y otra vez, y siempre)

tu vitalismo hedonista
no quiso quedarse en casa
soñó en trascender la tarde
y salió por la ventana

qué sensación de vacío
la que se instaló en mi alma

pletórica juventud
que fue volando a la nada

Idella Esteve
(2-11-11)







lunes, 31 de octubre de 2011

Hoy me acerco a mí



hoy me acerco hasta mí

vengo abreviada
ligera de recuerdos
casi flotando
en una sintonía de anestesia
de mi cuerpo y mi alma
raramente desnuda de colores

me decido a esculpir el nuevo día
sin jirones pasados

un nunca más
de antiguos sentimientos
y dolientes paisajes

codiciosa
de futuras promesas
reflejadas en bruñidos espejos

ausente
de soledades

propicia
a los placeres que se me negaron


y dispuesta a instalarme
allí
donde
habita
la esperanza

Idella Esteve
(31-10-11)

domingo, 30 de octubre de 2011

Llueve el tiempo gota a gota



Llueve el tiempo gota a gota
sobre los charcos del alma
y el interior se convierte
en laguna desbordada
que se sale por los poros
en cuanto despunta el alba.

Ven y ahógate en mi pecho,
duerme conmigo en mi cama;
ven que está creciendo el musgo
al sur de nuestra alfaguara
y no puede detenerlo
el fuego de antigua fragua.
Ven que estoy fría de soles
y empapada de nevadas;
a falta de otro aliciente
puedo cantarte una nana.
Ven que está pasando el día
y la noche también pasa,
que por detrás de las nubes
la luna en silencio habla:
dice que puede haber mieles
en los brotes de retama.
Vente que pasan las horas
sin prisa pero sin pausa,
que nuestro pelo no es negro,
que alborean ya las canas
que ya en la piel no hay tersura,
las carnes se resquebrajan.

Te esperaré en nuestra alcoba,
hago de paciencia gala.
No sea el último encuentro
en el Monte de las Ánimas.

Idella Esteve
(30-10-11)

sábado, 29 de octubre de 2011

Etopeya



yo sé que tengo un tono
que quizás no te guste
cuando canto los versos que me salen del alma

mi voz no es quejumbrosa

es porque soy amarga si cuento de amarguras
si me derramo en bilis es porque soy bilial

mi tesitura es esa
y esa es mi idiosincrasia


a nadie ha de extrañarle
que me rompa
si nunca fui flexible
si yo hasta para algunos
soy émula de piedra
y me azotan los vientos con gran intensidad

mi decir tiene a veces
un tinte desabrido
que esconde el dolorido sentimiento frustrante

mi palabra es entonces un escudo invisible
que disfraza un profundo
deseo de llorar
pero me desvitualla
del recurso impactante
que se supone en otros que inspiran empatía

asómate a mi fondo

Idella Esteve
(29-10-11)

viernes, 28 de octubre de 2011

Lluvia en día de difuntos

De lluvia se me ha pintado
el color de los cristales,
lluvia que para mis males
en los huesos se ha posado.
El pensamiento abismado
en sus gotas se entretiene
-pensar de más no conviene-,
y en silenciosa postura
intento hallar la ventura
que de la humedad deviene.

La noche trae la calma
y de la lluvia se ve
tan solo un negro cliché
de imágenes en el alma.
Ya la amargura se ensalma,
con el dolor y el quebranto,
del cisne se entona el canto
y en la mente desprolija
se forma la idea fija
de morar el camposanto.

Idella Esteve
(2-11-08)

Fe.- Sextetos lira




En ausencia de ti
palpando mi agonía
alguna vez quedé tras los cristales;
anhelo baladí
de que llegara el día
del fin de estas angustias espectrales.

Nada fue demostrable.
Tan solo en la sospecha
de que dentro de mí mi amor cambiaba
me sentí despreciable,
lastimada y maltrecha
y una voz interior a ti rezaba:

"Señor, que acabe pronto
mi pena y desencanto
muéstrate alguna vez, es dura prueba
esta duda que afronto,
es dolor, es quebranto;
haz que renazca en mí una fe nueva."

Pongo mi corazón,
mi vida, mi alma entera,
mi pasión sempiterna por creerte
desoigo la razón
diciéndome:"Quimera.
Que jamás de encontrarlo tendrás suerte."

Si eres, estás tan lejos...
-vives en las alturas-,
que te olvidas de mí, y de nosotros.
Mis dudas son reflejos
de las acataduras
que no pusiste tú, pusieron otros.

Oye mi voz te pido,
si de verdad existes
dirige tu mirada hacia la tierra,
sácanos de tu olvido
no nos mantengas tristes
que acabe tanto mal y tanta guerra.

Idella Esteve
(19-9-06)

jueves, 27 de octubre de 2011

Levantadme el castigo

Levantadme el castigo
de los oídos yertos
y de los labios mudos,
la seca indiferencia de los ojos
de corazones lívidos,
de las lunas opacas
y de los soles negros.

Levantadme el castigo
de las mentes en blanco
con la preconcebida
idea vana
que adjudica etiquetas;
libradme del castigo de tergiversaciones,
soy en la noche luna
y es clara mi palabra;
en mi no hay recovecos,
soy justamente mala:
lo justo, solamente.

Idella Esteve
(26-10-11)

lunes, 24 de octubre de 2011

Rencor

Llevas en la mirada
las huellas de un noviembre
por mil multiplicado
en la lluvia y el viento
y un vehemente fulgor desconocido,
remembranza de un fuego que se ha tornado en humo.

"Todo lo que llega pasa,
todo pasa y todo queda",

aforismo machadiano.

Y todo queda escondido
en el lecho de las sombras,
cada cosa busca un hueco:
todo queda almacenado.
Y nos sale convulso, afilada guadaña,
cuando menos lo quieres.

Hay un noviembre en cada año y muchos
en nuestros corazones.
Y oscuridad angosta
donde nos cabe un mundo.

Idella Esteve
(23-10-11)

domingo, 23 de octubre de 2011

Cortos

Me encuentro bajo la lluvia
desprovista de paraguas
¡y tan seca!

*
Idella Esteve
(23-10-11)

viernes, 21 de octubre de 2011

Ocaso

[...]¿Qué buscas,
poeta, en el ocaso?
A. Machado


Ya no hay colores en la amanecida,
el cielo añil se ha vuelto ceniciento
lleva aullidos el viento
y la senda del alma está perdida.

Albas azules guardo en mi cartera,
los rojos de la fragua;
también atesorada llevo el agua
de una lluvia de abril, de primavera.

Para llegar al mar en su corriente,
la triste arboladura
-no exenta de belleza y de ternura-
formé con mi pasado y mi presente.

Y acaso busque hallar en el ocaso
la vía que ha perdido
el corazón doliente y aburrido,
la redención del miedo y del fracaso.

Idella Esteve
(21-10-11)

miércoles, 19 de octubre de 2011

Arco iris


... y matar la borrasca
con puñal de caricias convertidas en tromba
acallando la queja de ese sueño incumplido
que conturba mi sueño

ay mundo diminuto que alimentas quimeras
ay mis alas quebradas de añorada paloma
ay del tiempo perdido

he de hacerme arco iris allende el horizonte
que nada me recuerde los momentos pasados
-ni espinas ni laureles- sufridos en mis carnes
es tan larga mi vida que he tenido de todo

he de hallarme con fuerza
intentar lo imposible
lograr a toda costa esos siete colores
si no he de ser un ave volverme mariposa
efímera
sutil
pero que mueva el curso
del terrible huracán
sólo una vez
un día

Idella Esteve
(14-8-07)

Brevería

ay de las clases sociales
ay las altas jerarquías
ay de las licantropías
de alcaldes y concejales

Isabel Esteve
(8-8-07)

Gitana (Romance de la gitana)




Ese fuego de amor brujo,
que por tus ojos destellas
con su color azufroso,
compite con las hogueras
alrededor de las cuales,
pies desnudos en la arena,
bajo los rayos de luna,
bailas y revoloteas.

La noche lanza un gemido,
un ulular de ave negra,
premonición de aquelarre
en la noche sanjuanera,
y un aura te cubre toda
la gracia de tu melena
endrina, negro de toros
que pastan en las dehesas
para morir en las plazas
poniendo un broche en las fiestas.

Un clavel de rojo sangre
llevas detrás de la oreja
contrastando con tu cara;
y un cimbreo de caderas,
que con gracia se estremece
al son de la pandereta,
marca un baile de gitana,
gitana de pura cepa;
y tus manos en el aire
roban al aire una queja
que a poco la van dejando
al borde de la cenefa
de los vuelos de tu falda
hasta que toque la tierra.

Gitana de piel cetrina,
descendiente de agarenas,
es así como te veo,
no la gitana cestera
de cortijos y mimbrales;
ya no trabajas la anea
ni vas leyendo las manos
ni vas pidiendo a las puertas.

Envuélvenos con tu duende
que de eso algo te queda.

Idella Esteve
(5-9-07)

Romance cuasi espejo

Bajo la flor del membrillo
teje su tela una araña,
adorno de fina blonda,
andaluza filigrana.

Isabel la mira, fija,
con los ojos de su cara.
-Mira, araña, que te miro
y observo cómo trabajas,
quiero tu encaje imitar
cuando junte mis palabras,
cuando con ellas yo cante
lo que tengo aquí en mi alma.

Isabel baja el sendero
y se detiene en la fragua
para mirar al gitano
con su labor artesana.

-Gitanito, gitanito
de presencia oliva y plata,
déjame ver, que te admire
esa piel aceitunada
que quiero ponerla en versos
y Erato no me hace falta,
me sobra con esos ojos
del color de la esmeralda.

Y allá lejos, en la iglesia,
resuena una campanada
mientras Isabel escribe
sus sentires verde y alba.
*
Sus sentires verde y alba
mientras Isabel escribe,
resuena una campanada
allá lejos en la iglesia.

El color de la esmeralda
le sobra; con esos ojos,
Erato no le hace falta
si quiere poner en versos
esa piel aceitunada.
-Déjame ver, que te admire
tu presencia oliva y plata,
gitanito, gitanito
con tu labor artesana.

Para mirar al gitano
va y se detiene en la fragua
y alegre baja el sendero
ese que tiene en el alma,
en su boca lleva un cante,
juntando va las palabras,
quiere el encaje imitar
y observa cómo trabaja
esa araña a la que ve
con los ojos de su cara.

Isabel, contempla fija
la andaluza filigrana,
adorno de fina blonda,
que va tejiendo la araña
bajo la flor del membrillo.

Idella Esteve
(22-4-07)

lunes, 17 de octubre de 2011

Quizá soñar

La dicha entre tinieblas no es perfecta.
Quizá soñar
sea lo más terrible.

Duelen los besos dulces
y hasta el placer
cuando despiertas duele.

Duele el mar tempestuoso,
y la mar apacible,
y los ríos tranquilos,
y las bravías aguas.

Duele la inundación y la sequía.
Duele el niño con hambre,
la comida de barro,
la mano que la otorga,
esa madre que mira
y que no encuentra ayuda.

Y entre medio de todo,
ver al que se enriquece.

Duele.

Duele el volar de mariposas negras
o de pardas palomas,
o del carro de Helios,
cuando tienes consciencia
que ya todo en el mundo
duele y duele.

Idella Esteve
(17-10-11)

viernes, 14 de octubre de 2011

Suicida

Por tus ojos, torrentes de amargura,
la noche transitaba entre fantasmas,
por tus ojos, amigo, por tus ojos,
trayendo ramalazos de locura,
sacándote de adentro las miasmas,
vistiéndote tan solo con despojos.

El fuego que llegaba hasta tu frente
te quería librar de los recuerdos,
y gustoso anhelabas olvidarte
que lo que te angustiaba en el presente
era habitar el mundo de los cuerdos.
Por tus ojos pasaba el suicidarte.

Idella Esteve
(2-07-08)

jueves, 13 de octubre de 2011

La caverna

Ya nada puede haber que nada sea,
ni la virtualidad
ni las sombras chinescas en el muro,
y a la vez
es todo discutible
a la luz de la llama de los fuegos
o del rayo de sol
o moradas tinieblas.

Me detengo en las voces
que pretenden mostrarme su postura
pero no se sostienen
con el pasar del tiempo
y me vuelvo otra vez a la caverna,
callada
-ya no me importa convencer a nadie
ni hallarme convencida-,
y contemplo el desfile
de borrosos contornos
con la mirada ausente
de un alma catatónica.

Veo pasar espectros que traje del fulgor
y se confunden
o luchan
con los de las hogueras;
pero yo no discierno
porque se ha obrado en mí una lobotomía.

Idella Esteve
(6-12-07)